martes, 14 de abril de 2015

Un paseo

Sentado en su sillón decidió salir a dar un paseo para despejarse.
Hacía buen tiempo y en casa el ambiente estaba enrarecido.
Caminó hasta la plaza y continuó hasta la iglesia chica, porque en el pueblo había dos, y continuó rodeando el mercado de abastos, subiendo la calle que llevaba a la estación. Bajó la calle que salía a la izquierda y en la esquina de Correos torció a la derecha, entrando por la parte de atrás en la Plaza Mayor, dejando atrás la estatua al conquistador, el Ayuntamiento, el Casino y la iglesia grande, porque en el pueblo había dos.
Siguió andando hacia las afueras pasando la gasolinera y un restaurante de carretera donde años atrás celebraran el bautizo del mayor de sus nietos.
Pasó el puente que hacía de límite con el pueblo vecino y siguió paseando, a ritmo tranquilo, campo a través, sin prisa, rodeando alguna cerca, sorteando algún tronco caído y algún riachuelo seco.
Llegó al pueblo vecino y lo atravesó, como atravesó los siguientes tres pueblos hasta el final de la provincia. Paró.
Se ató los cordones y mantuvo su rumbo llegando a la frontera con el país vecino. La quiso cruzar pero una enorme valla se lo impedía.
Entonces miró hacia el cielo y elevándose se perdió en el horizonte.

Mientras tanto su cuerpo descansaba en el sillón.

1 comentario:

  1. Muy interesnate! Muchas gracias por tu comentario, puedes hacerte seguidor porfi? :D

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